sábado, abril 22, 2006

UN NUEVO LUGAR




Tal vez no está mal proseguir con ‘cortos relatos tontos’, a buen autoconsejo, el lapicillo de carbón piedra decidió bajar, de paso terminó arrancándome un padastro, y la primera consonante que volví a escribir fue en gama ébano, bien linda, artística la puta madre.
Poco tiempo duró mi reposo en la mediagua de un techo para chile que a costo de guiños en el Municipio conseguí, es cierto que junto a Joe Príamo bailamos en su piso sin pulir, no fue la alegría linda del último bals, más me sentí contenta, tres meses para una hermosa y suficiente estadía, pero él me conoce, había un terreno tan mono junto a un estero...
El Sábado pasado, me puse la ropa más colorinche, una minifalda delgada, unas medias enrejadas negras, que me tuvieron riendo más de media hora, hasta creía que me iba a ahogar, ahí hincada orinando en la bacinica no paraba de carcajear, hasta que miré mi reloj, me hice la seria, me sequé con un papel higiénico azul, el que más tarde me trajo gratis un prurito casi sarnoso, bien, siguiendo la ruta de las cabras, violácea, con un cigarro de chocolate en la boca esperaba en la pista a algún chofer panzoncito para pedirle colaboración urgente.
El Gordo de pirula cortita, muy simpático él, aunque olía a frituras, tenía manitos suaves, turgentes como empanadas de horno, tomaba mis cabellos mientras yo le hacía un aseo casi quirúrgico, prefería que oliera bien, y supiera a nada, antes de probarle la menudencia.
Luego lo serví. Al otro día lo tenía colaborándome a mí. Los vecinos fortachos me ayudaron con diligencia, a la llegada de Joe Príamo las paredes de nuestra casa lego estaban ya sobre la rampa del camión de mi compinche, un cuadro plástico y una performance de toplera fueron suficientes para motivar la cooperación, a las dos de la tarde tenía lista la carga, el colchón de agua se lo regalé a la vecina Erminda que se quedó feliz de que me haya ido del barrio, más que por el regalo, desconocía que en una esquina había una mancha de humores y efluvios de su querido hijo y míos respectivamente (no pienses mal, era un huevón viejo), tengo su teléfono, el aparato, no el número, el estúpido me lo regaló para ubicarme, cuando estuviera ya lejos.
Al cabo de seis horas viajando y de peajes auspiciados por Gordito llegamos al lugar, mi botérico amigo estaba dispuesto a ayudarme más de la cuenta y Joe Príamo que me siguió como perro faldero trabajó arduamente hasta que por fin lograron parar todos los paneles de mi residencia de bloques (no de colores).
Era un barrio más exclusivo, y vecinos, ¿vecinos?, solo los había pasada la carretera, al otro extremo del estero mal oliente (juro que hedores yo no percibí, esa fue apreciación de Joe), ahí estaba yo; feliz de este cambio de pelo.
En acto de caridad le brindé a Fofito unas cuantas caricias en su exiguo falo, dichoso se fue cantando una cumbia de su agrado.
Joe Príamo casi vomitaba cuando peludos y colilargos cuadrúpedos pasaban por la terraza, yo hasta me alegraba un poco, pensaba en que eran iguales a los animalitos que aparecían en el escudo de la nación (Por la Fuerza de la Razón), me sentía inquilina célebre, compartiendo paisajes con especies según yo en vías de extinción, es que Joe P., es a veces muy pesimista.
El miércoles desayuné zumo de mandarinas, no se porqué el jugo era tan ácido, tanto así que no percibí su dulzura, me comí una rebanada de pan negro y escuche algo de Verdi mientras tomaba sol en el prado de mi propiedad, por cierto, trataré de adornar la casa con nuevos aires, tal vez vengan a darme la bienvenida, y yo en pijama, lo otro es que reciclé algunas cosas que darán sin duda el toque minimalista que tanto me place.
¡Qué rabia, J.P. dice que el pan que comí era de molde pero mohoso, que el jugo que tomé era de un limón que se estaba poniendo azul, que la música solo estaba en mi mente, el idiota husmea mientras escribo con mi Parker de lujo, trata de corregirme para que no mienta, y dice el muy imbécil que el día está tan gris como el smog sobre nuestra región ¿por qué tan agorero?!.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Magnifico amanercer con tenue neblina despegandose de los cerros(estan quemando basura!!!).
Calido mediodia, su luz mi cuerpo vitaliza(quitate que el sol te va a quemar!!!).
Atardecer bellamente naranja(es contaminacion!!).
Soy pesimista(y uno de mierda), pero solo yo puedo hacer destrozos de mis visiones.

santolaya dijo...

dificil su cuento, marca la realidad, golpe tras golpe.

Rafa dijo...

el relato es como la mirada que tiene el beato, a la siniestra de los parroquianos...


...en busca de ojos donde derramarse

grandchester dijo...

¡Disiento!
.
No comparen que no es lo mismo.
La belleza de una tarde naranjada, no la opaca, ni la reemplaza nada.
.

@lasnibat dijo...

Pocas palabras extrañas le pregunté a un francés de cómo se decían en su idioma.

"Padastro" fue una.

No recuerdo como era... Jajaja!

:(

SalU2
T.

Lilith dijo...

que relato Dios mío

me gusto jiji :D

Besitos!