lunes, abril 17, 2006

INQUIETUD TRISTE


Lo inesperado/errático que pareciera distar de estático, si muy estético, allí radica la pena de la señorita.
Ella duerme, a saltos de memoria, lagunas disueltas con pedradas ‘patos’, haciendo nuevos círculos sin sonido.
Y su reflejo... y sus muchas ‘y’, y sus muchos ‘y eso...’.
La búsqueda de respuestas a su mundo extraviado, el corazón que se le muda sin previo aviso, el porte diminuto más araucano que europeo... Por una parte... casi por fuera.
Lo complejo le habita bien dentro, tal vez entre un pedazo gris y nervios, sí yo creo que los nervios son lo más común en ella, esa ansiedad que lleva marcas de chocolate y dedos ‘emanjarados’.
Lo mucho que quisiera. Dolores e incapacidades, limitaciones de su mente que no es más que piel y boca.
Habla sola, diciéndose a sí misma: libertad.
Mira una nube, y trata de culparle, recuerda bromas de príncipes, tiempos lejanos, un suspiro hondo y un ‘algún día’.
La pobreza convertida en actitud humilde, mil reproches no hay autocompasión, en defecto ideas suicidas por estancamiento brutal.
Seguirá pensando que escribir que: ‘lo imposible existe’, es un ideal ‘rebuscado’.
SABADO.
Pulsaciones, o impulsos...
Quiero escribir... temblando...
Una risa ... cuesta kilómetros de juego serio.
Un ‘no lo creo...’ atesorado,
una palma sobre el rostro sonrojado/extasiado.
Daré vueltas, él lo hará,
en pensamientos inversos alados.
Mecanismo extraño,
Cuando ahora estás,
Y yo quiero huir hacia ti.
Motivos, razón sin tiempo.
Triste, vulnerable por una
Coincidencia hurtada.
¿Cómo decir que temo?.

5 comentarios:

Rafa dijo...

El reloj dió su tiempo; éste era sur y vastedad...



En tus labios coronados de margaritas, colgaré un beso que será.

Solo en la Oscuridad dijo...

Llegue a través del blog de Agustin y vaya que deleite, espero y que no te moleste mi atrevimiento.

Anónimo dijo...

Norte, Sur, Este, Oeste cual será la dirección que tomaras ya que lo imposiblew siempre existira.


Un beso

Alvaro dijo...

Elena, calma y tiza, la tiza para el camino y la calma para el amanecer. Entre dolor y placer siempre asoma un milagro

Indianguman dijo...

El estancamiento, eso sí que no. Libertad sí, al menos de mente. El miedo, inevitable antes del salto.

Bechito