lunes, marzo 05, 2007

De cómo llegué a convertirme en insecto...


La curiosidad, ya sabes, las burbujas en el hielo, el silencio admirable. ¿Has oído lo de los clavos que sacan clavos, atiende lo siguiente: si encuentras uno de H/errar, será fatídico lo que ‘ha de seguir’? Tu interés quizás en/que/sitio, y yo jurando que lo intenté, chico bobovolantín, tan bonito color que andábamos trayendo, un cataplum, un/plaf/de/repente, tan veloz, que yo no supe…

Un día descolgué el cable a tierra, busqué ‘aquella ventana’ por la cual colarme al espacio mágico/infinito, escapé, creyendo ya ‘no correr sola…’

Esperaba la verdad, y nada menos… que tú me enseñaras, una especie de respuesta ‘que sin duda yo especulé(o) cruel, pero basta, muéstrame al fin, que no es más que eso.

Agonizante, desojada, a pesar de lo anacrónica .-
Un vaho gris, cierta mañana, el espejo me descubre una hebra símil/cuero en la comisura de los labios, y al tirar sin propósito claro descubro huellas dactilares como pasos sobre el vidrio traspuestas a mi boca como tus dedos rozándola aquella noche. Reflexión: me quedaría a tu lado cada invierno...

¡Oye/Tú; Pecado/Innecesario, Tentativa/Latente: Tienes un poder, causas en mí anormal efecto: tan solo tus palabras me adormecen, me consternan, me aniquilan, me queman, me impacientan y/En Mujer/Alacrán me has convertido!

PENSÉ EN LLAMAR, Y DECIRTE:

UNA VEZ... SÓLO UNA VEZ...

1 comentario:

Evora dijo...

Oye tú! Mujer alacrán....admirable.


Una vez..solo una vez.

Yo ya se lo dije, pero....ni una sola respuesta.


Beso, yo