Nuevamente soñé que me llamabas y la comunicación era … diablos! Tan complicada
y tu voz tan difusa y tenue…
Me confiezo en tránsito
Confiando en la pseudo-sanación
De por fin liberarte
de mi pecho
o desafiar de una vez
y por todas tus labios
Que Abrevan
mi corteza
Por favor que esto no
parezca ni una pisca de tragedia
Padecer (te), parece una costumbre demasiado, arraigada.
3 comentarios:
Los sueños siempre terminan por llevarnos donde nosotros no siempre nos atrevemos a ir...
Tal vez puedes llamarle tu ;)
Un abrazo!!
saludos, te dejo una invitación a que visites estos cuentos,
fuerza
saludos!!
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