miércoles, febrero 15, 2006

El lunes que no viniste.


Contándote un poco enero, para no dejar caer todo en vez de calor aguacero de penas aún queriendo.
Parecen llegar mis últimos días de vida, porque ahora solo vendrán días... estando tú tan lejos.
Me ha crecido el pelo y la nostalgia, ahora me gusta llevarlos sueltos. ¿Recuerdas cuando se pegaba un cabello a mis labios, y lo quitabas con un beso, que sin duda me alegraba?.
Te extraño también en el huerto, recojo tomates entre aromas de albahaca y dulces melones, escalofríos que se hacen costumbre, siento tu mano sobre la mía, apretando la tierra, bajo el sudor de caricias eternas.
Los pájaros... ¿Recuerdas el gorrión sobre el cerezo viejo, conquistando con su agilidad que dije te copiaba?, reías... mientras imitabas su canto, me invitabas a querernos esquivando el sol, meciéndonos en la hamaca.
Las rosas amarillas del jardín trasero, brotaron botones fuertes y matizados, no todo tenía que ser tan esquematizado, como tu partida aquél sábado.
A veces creo enloquecer, esperando tu regreso que no viene. Te nombro hasta que mi voz no responde, me desmayo en cualquier sitio que huela a tu presencia, y respiro con fuerza buscando ánimo para fingirle a la vida.
Quiero que vuelvas con lo más bello de nuestro ayer, la fidelidad de siempre, aires renovados de amor que duplicaremos al reencontrarnos.
Perdona estas líneas y sus quiebres, pero sé que sonarán dentro tuyo, más que un recuerdo escarchado.
Con esperanza, sinceramente,
Katy.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Katty que hermoso escribes y de corazón deseo que exista ese reencuentro.
Hermosas palabras hermoso post.

Roberto dijo...

y donde está la savia nueva,
la gran incognita
un beso

Nestor dijo...

No era sólo eso, el olor de la manzanilla. Era el apretar de los ojos, de los labios, de las lenguas contra la piel sudada. Era mucho más. Todo lo que hace falta.

Indianguman dijo...

hola bonita, conociendo tu casa nueva y transportandome a tu huerto que restalla

Es bueno eso de llevar la nostalgia suelta, para que la hermosee el viento y la transforme en una canción que suena dentro de dos, con sincronía milagrosa

un abrazo