viernes, mayo 08, 2015

NO SABRÁS...

Hundes el lado  derecho en mi colchón. 
Te rodeo en un abrazo que duerme contigo ignorando la distancia, inocente y leal, profundo y sigiloso.
A menudo  pienso en tus noches, en que quizá el sueño no trajo consigo tu ‘por mucho’, merecido descanso.
Y tu nombre amanece entre mis párpados, inundas mi piel, y creo que otra vez tu mezquina mañana te ha bañado de un olvido elegido.
El sol nuevo me invade de buenos deseos; escapan a tu encuentro, aún sin tocarte seguiré intentando arrullar tu cuerpo, palidecer tu miedo, acariciarte el pelo.

Las horas pesan’’ en su correr digiero  aliento. Tú sin mover un dedo, como siempre, diriges todo el juego.
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Mientras tanto en tierra… somos felices



Tienes ese  poder
Escoger el derecho o el izquierdo de la cama
‘magnánima potestad la  tuya, diminuto atributo, pobre y carente,  estúpido, imberbe.
La almohada más abultada
La hora exacta en la  que bajar las pestañas
Y de quien es el ingrato deber (a estas alturas esa disfrazada obligación)
 de apagar la luz
Doblegarse  ante nuestro íntimo enemigo.
Vestidos de  enfado profundo y pijama
Buscamos el calor
Que aleje ese frío polar y narciso.
Entre costumbre y quehacer ejercito mis virtudes
 con el mástil de la escoba, practico obscenas caricias
para sesiones amatorias desconocidas
Cocino; maldigo en tu nombre
de propósito elimino el arroz de la sopa
Dejo caer pelos y moscas a tu cena sabrosa
Lavo  loza y quiebro taza tras copa
ese descuido no es olvido,
 sé bien que pasa, no es tu causa
la rutinaria dependencia
desconsiderada y fría
 juega y nos engaña haciéndonos a la idea

de esta  falsa compañía  

1 comentario:

Recomenzar dijo...

eres increible me has hecho sonreir con tus bellas locuras mil besos y gracias por siempre estar