miércoles, octubre 28, 2015

¿Soñar, jugar, estar?




Eres el ayuno el pan y la migaja
Inequívoco   adivinarte
Innato presentirte
Osadía      muda
Honesta rebeldía

El zumbido en mis oídos
Soplido que  eriza la piel
Temblor bajo mis pies
LUNA + SOL   ECLIPSE


Sucede el minuto mil treinta y nueve del día trescientos ochenta y uno; tomo un trozo de papel, ¿lo ves?,  mi déficit atencional  insiste en jugar malas pasadas es decir me recuerda qué ‘no debo olvidar’; el premio siempre será verte sonreír,  y me entrego a ese placer… me regalas tanta luz… ¡cada nuevo día!

No es que hoy resulte más o menos fácil, sin mentira adoro tus defectos, he caminado con tus miedos, me contagias de realidad, aprendo: me desprendo del frío… no te sufro más.

Todavía; mi voluntad se desvanece si pretendo negarme a tu fuego.
Fascinante libertad el lujo de quererte  en dosis pequeñitas.

Me matas de apoco si a diferencia mía tus latidos no son por mi causa, dicho esto sonara un poco  a tortura y a error  no pretendería arrepentirme.



Un día sin saber por qué,  se desfigurará tu rostro, así henchido/violentado, tan profundamente arruinado, bajo el poder de pensarte que es besarte en la distancia.

2 comentarios:

Darío dijo...

Y uno quiere, al fin y al cabo, pertenecer y ser dueño exclusivo de quien ama, aunque sea pura utopía... Un abrazo.

Recomenzar dijo...

me encantan tus textos estan llenos de vos