
Nada tiene que ver contigo…
Incrustado como diamante inserto/hondo ------ le llevo---- no se ha ido.
Le he pedido a (en este punto hago memoria para contarle con exactitud), tres estrellas fugaces y de cuerpo no ha venido. Por más que intento contactarme con usted psíquicamente… no lo consigo.
Le confiezo:
Padezco de pensamiento Interrumpido.
No puedo obviarle y mis ojos menos si ahora se dedican a la apreciación de cada ‘aparente basurita’, esqueletos de hojitas, desgastes, contrastes, degradés, ‘óxidos diferentes’, una ventana, o cualquier señal especial; la pequeña aventura de descubrir un nuevo protagonista de mi paisaje cotidiano.
Se lo debo.
Su voz ‘VORAZ’, me electrifica de fotones/electrones/ Golpecitos de corriente-súbitos reanimadores, hasta el color me cambia.
M…. m… m…m…m…
Y esta devoción por usted, claudica/cruza/raya/oscila justo al filo entre torcida carnal-carnavalero/místico/espiritual, siempre impetuoso. Impuntual e impertinente jamás, insistente y presente a ciertas horas…
El plan.
Pues hacerle guardia o vigilia según cuánto demore; sin temor al viento, con un ramito de crisantemos.