Caeremos entregados a la brisa como un par de hojas suicidas...
Tres días, cinco o siete, también son tres, cinco o siete noches...
Para cuando vuelvas habré ahorrado lo suficiente
‘ De eso que bien conoces’.
Tal vez habré aprendido palabras nuevas,
y me arrime con uñas fieras
a la piel... de tu Panza,
preguntarás entonces
¿Cómoda?
La respuesta será clara;
Dos risas azules más una araña tigre de patas largas.
La piel se me abrirá de a poquito en una grieta perfumada
a punto de sol y delirio,
Papaya madura
¿Lengua flambeada?.
Quisiera, aquella noche...
justo cuando regresas,
besarte la boca untada de licor,
Vértigo/elixir;
ojos bellos/dos llamas...
¿Brindemos raudales de copas?
¿Te invito margaritas y campo?
¿Piel de luz
greda mojada?
.
.
6 comentarios:
Beber de tu herida miel salada.
Por donde es que ahora te has ido, que verse se hace menos frecuente, de todas formas, venir es recordar la sensibilidad tan amable que mostraste conmigo alguna vez. Por ella, y para ti.........un beso
Agustin
te regalo un jueves con sabor a damasco...
NO LO PUEDO EVITAR...
este poema es muy bonito.
felicitaciones
Bella sensualidad la de la música que escapa de tu poema líquido y frutal. He llegado por azar navegante hasta estas playas tuyas. Y ha sido un gusto descubrirte.
Saludos....
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